El control interno en las compañías es de vital importancia, debido a que permite alcanzar la consecución de los objetivos y la razonabilidad de la información que finalmente se 

presenta en los estados financieros; por medio de políticas, procedimientos, reglas, normas y métodos establecidos por los responsables del gobierno de cada compañía, con el fin de establecer controles para que se tenga un adecuado funcionamiento en sus operaciones, conforme a lo establecido en las Normas Internacionales de Auditoría, (NIAS), específicamente en la NIA 315 “Identificación y valoración de los riesgos de incorrección material mediante el conocimiento de la entidad y su entorno.”

Los procedimientos de control interno son la base principal que nos permite conocer las actividades, procesos y gestiones que realiza la administración del cliente, lo cual conlleva a desarrollar mediante el juicio profesional, la evaluación y estudio de los controles internos que tiene establecidos la administración de la compañía, para determinar si son apropiados y adecuados mediante las pruebas realizadas.

Existen diferentes procedimientos que puede realizar el auditor durante la evaluación de los controles, dentro de los cuales se destacan los siguientes:

1. Pruebas de cumplimiento.
2. Pruebas de control.
3. Pruebas sustantivas.

Las pruebas de cumplimiento determinan la efectividad del sistema de control interno que tenga implementado la compañía, para validar que se desarrollan de una manera correcta que permita la eficiencia de los procesos, que se encuentran conforme los marcos legales aplicables. Dentro de estas pruebas se pueden mencionar la evaluación de actas emitidas, revisión de ventas sin ser facturadas, pagos sin ser registrados, etc.

En las pruebas de control se determina, si los procesos relacionados con las actividades principales de la administración del cliente son adecuados; con el fin de mitigar los riesgos que existan por errores o debilidades en sus procesos. Estas pruebas se pueden desarrollar mediante entrevistas con la administración, revisión de la documentación emitida en el proceso de emisión de facturas, notas de crédito, cheques, entradas y salidas de mercancías, expedientes de clientes y colaboradores, etc.    

Las pruebas sustantivas en una auditoría son importantes; ya que mediante la ejecución de estas pruebas le permiten al auditor realizar cálculos de la información financiera (transacciones, saldos, pagos efectuados) proporcionada por la administración del cliente, y permiten comparar los saldos registrados en las cuentas contables, estimaciones realizadas, análisis de existencias, valuación de inventarios y correcta aplicación de los costos, etc., están orientadas a validar la sub valuación o sobre valuación de un valor.

Estas pruebas deben de realizarse desde la fase de planificación y programación de la auditoria, ya que con ese estudio permitirá conocer las características que posee la compañía; así como adquirir evidencia suficiente y competente para que al llegar a la ejecución de la auditoría, se tenga un conocimiento previo de las actividades principales realizadas por la administración del cliente; concluyendo con la emisión del informe que contendrá las debilidades encontradas; y recomendaciones que permitan corregir las incorrecciones detectadas durante la auditoría.