El documento elaborado previo al inicio de la auditoría es esencial para una ejecución efectiva del encargo, al detallar objetivos, procedimientos y recursos a utilizar durante el proceso.
La responsabilidad del auditor incluye una planeación adecuada, ya sea para una auditoría recurrente o de primer año. Esto implica establecer una estrategia global alineada con los objetivos, identificando procedimientos adecuados para áreas clave de la auditoría.
La organización eficiente de la auditoría, asignando roles según capacidades, es de gran beneficio. El auditor debe establecer una estrategia global que aborde alcance, oportunidad y dirección del encargo, con flexibilidad para ajustarla según sea necesario.
Es crucial documentar la estrategia global y cualquier cambio durante la auditoría, indicando sus motivos. Para entidades pequeñas, las normas internacionales de auditoría permiten resumir esta información en un memorándum, siempre que cumpla con los requisitos y considere el tamaño y complejidad del encargo.
El memorándum debe incluir antecedentes de la entidad, legislación aplicable, objetivos de la auditoría, cronograma de actividades y recursos necesarios. La planeación adecuada proporciona al auditor un entendimiento completo de la entidad y los objetivos a cumplir, siendo un proceso continuo a lo largo del encargo de auditoría.
Elaborado por:
Rolando Estuardo Castro – NDA | Auditoría