La Norma Internacional de Auditoría que desarrolla el tema de la evidencia de auditoría es la
NIA 500, esta norma es sin duda una de las más importantes dentro del proceso del trabajo de
revisión del auditor, ya que proporciona los elementos necesarios para que el trabajo sea
confiable y generador de valor agregado a las entidades que contratan el servicio de auditoría
externa de estados financieros.
El objetivo del auditor es diseñar y aplicar procedimientos de auditoría que le permitan obtener
suficiente y apropiada evidencia para obtener conclusiones razonables para emitir una opinión
independiente sobre las razonabilidad de las cifras presentadas en los estados financieros.
Para que la información sea valiosa, se requiere que la evidencia sea competente, es decir,
con calidad, relevancia y confiabilidad y también que sea suficiente, o sea que le permita al
auditor formarse un criterio independiente de las aseveraciones que se aprecian en los estados
financieros cuando valida la información que le presenta la administración de cada entidad, en
tal sentido, la información es suficiente cuando hay evidencia interna que soporta los valores
que se aprecian en los estados financieros y la información es competente cuando la
información proporcionada por el cliente se puede confrontar o validar inequívocamente con
información obtenida de terceras personas.
Los procedimientos de auditoría que el auditor aplica para obtener evidencia suficiente y
competente son los siguientes:
– Inspección: inspección de registros o documentos internos o externos, en papel, en
medios electrónicos u otros medios.
– Observación: la observación consiste verificar el desempeño de actividades de control
desarrolladas por el personal del cliente para verificar el cumplimiento con las políticas de
control definidas por la gerencia u observar y verificar el conteo físico de los inventaros al cierre
del ejercicio o a una fecha determinada, entre otros.
– Confirmación externa: consiste en solicitar de un tercero e independiente del cliente, que
confirme saldos, transacciones, la existencia de un acuerdo, la existencia de litigios, etc.
– Recalculo: consiste en verificar la exactitud matemática de documentos o registros en
forma manual o electrónica, verificando sumas, extensiones y la exactitud de los totales de
información presentada en los estados financieros.
– Revisión de procesos: implica la ejecución independiente de los procedimientos o
controles que originalmente se desarrollaron por el personal del cliente como parte de la estructura de control interno de la entidad.
– Procedimientos analíticos: consisten en hacer evaluaciones de información financiera
mediante el análisis de relaciones de datos tanto financieros como no financieros, analizar
fluctuaciones de un año a otro, analizar inconsistencias en la información contable, analizar las
explicaciones del cliente en los cuestionamientos de los resultados de la revisión analítica de
los estados financieros, etc.
– Investigación: Analizar las afirmaciones escritas o verbales del personal clave del cliente,
analizar la aplicación de la información externa de mercadeo, impuestos o requerimientos
legales relativos al negocio de la entidad que se está auditando.
Los procedimientos descritos permiten reducir el riesgo de que el auditor exprese una opinión
inapropiada cuando los estados financieros están presentados de manera errónea.
El trabajo del auditor es un trabajo profesional, especializado y de confianza, en tal sentido, no
dude en contactarnos para que lo asesoremos en las áreas de nuestra competencia.
Autor: Licda. Marilyn Johana Estrada / Auditoría